Ante todo, somos un equipo de seguidores comprometidos con Jesús. Venimos de una variedad de antecedentes teológicos y vivimos en naciones repartidas por todo el maravilloso mundo que Dios creó.
Cada uno de nosotros ha sido llamado a servir y amar a nuestros vecinos uniendo a las personas para construir sistemas, resolver problemas y crear un mundo donde la humanidad pueda florecer y prosperar.
Desde el cambio de milenio, hemos servido a más de cincuenta naciones identificando principios que protegen y potencian la responsabilidad personal y social, producen resultados tangibles y priorizan la utilización de recursos para cuidar de la humanidad.
Construidos sobre décadas de desarrollo de relaciones globales y esfuerzo colaborativo, reunimos a líderes que tienen las habilidades y capacidades para aplicar estos principios a proyectos estratégicos locales, regionales y globales para generar un cambio transformador.
A través de estas relaciones colaborativas y catalíticas, se ofrecen innovaciones y soluciones escalables que producen resultados medibles a todas las regiones participantes y a sus socios de alianzas locales.